La recuperación no suele ser igual en los dos pechos. Es normal que, al principio, las mamas se vean más redondas e hinchadas. Después de algunos meses, recuperarán su aspecto y tacto natural.
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El Aumento de Mamas o Mamoplastia de Aumento es uno de los procedimientos más realizados dentro de la cirugía plástica.
Es una cirugía que busca aumentar el tamaño de los senos, para mejorar la forma o el volumen natural, a partir de la colocación de prótesis mamarias.
Es elegido por mujeres que tienen poco busto y también por aquellas que han perdido la firmeza debido al paso del tiempo, a la pérdida de peso o a la lactancia.
La Mamoplastia de Aumento es una intervención de corta duración, completamente segura, que requiere una mínima incisión y una muy rápida recuperación.
Según la anatomía y los deseos de cada paciente, la incisión para colocar la prótesis puede realizarse en diferentes posiciones:
A su vez, existen diferentes técnicas para la colocación de las prótesis:
También es importante seleccionar el mejor tipo de implante para conseguir un resultado natural y seguro para cada paciente:
Las prótesis que se utilizan son siempre de máxima calidad y tienen una garantía para toda la vida.
Como en todas las intervenciones quirúrgicas, algunos días antes de su operación, es importante realizar un examen preoperatorio profundo para comprobar su estado de salud, y detectar cualquier posible contraindicación de la cirugía.
En esta primera consulta, su cirujano evaluará su estructura física y la calidad de su piel para definir el tipo de prótesis y la técnica a utilizar, que mejor se adaptará a sus expectativas.
La cirugía se puede realizar bajo anestesia local o general. Normalmente se intenta escoger la anestesia general, porque permite una mejor relajación muscular facilitando el trabajo del cirujano.
La duración de la intervención es de 1 a 2 horas aproximadamente, según la técnica escogida.
Dependiendo de cada caso, deberá permanecer en la clínica entre 8 y 24 horas después de la intervención.
Después de la cirugía, se colocará un vendaje compresivo, y si fuera necesario también un drenaje, que se retirará entre 48 horas y 5 días después de la cirugía.
Al día siguiente podrá retomar sus actividades cotidianas, cuidando de no realizar movimientos fuertes o amplios con los brazos, y evitando realizar esfuerzos físicos y, sobre todo, levantar peso.
Al segundo día podrá volver a trabajar, si su trabajo no requiere mucho movimiento de los brazos. Si no, deberá esperar entre 7 y 10 días.
Notará durante los primeros días algunas molestias.
Después de una semana, la inflamación comenzará a desaparecer y se retirarán los puntos de sutura. Le recomendamos a partir de este momento masajes suaves y drenaje linfático, que le explicaremos cómo podrá realizarlos.
Durante el primer mes deberá llevar un sujetador especial para mantener la prótesis en su sitio y evitar la aparición de hematomas.
La talla definitiva se apreciará entre 3 y 6 meses después de la intervención.
La cicatrización durará de tres a seis meses. La evolución de la cicatriz dependerá de la calidad de cada piel, la alimentación y la rutina. Si pasado el tiempo suficiente no consigue una cicatrización satisfactoria, existe la posibilidad de tratar las cicatrices con láser o micropigmentación.
Se recomiendan los siguientes cuidados durante los primeros días:
Para una correcta recuperación de las incisiones, se recomienda hidratarse con frecuencia la piel, y evitar el sol directo durante un año.
La recuperación no suele ser igual en los dos pechos. Es normal que, al principio, las mamas se vean más redondas e hinchadas. Después de algunos meses, recuperarán su aspecto y tacto natural.
No existe una respuesta concreta. Las prótesis que se utilizan hoy en día podrían durar toda la vida. Pero siempre existirá un mínimo riesgo de rotura, sobre todo a partir de los 15 años de su colocación. Por este motivo es importante realizar controles periódicos para poder detectar cualquier anomalía en una fase precoz. En estos casos, la solución será reemplazar el implante.
Nuestra recomendación es realizarse una ecografía cada dos años durante los primeros 10 años, y anualmente a partir de este momento. También se recomienda realizar una resonancia a partir de los 10 años de la colocación y repetirla cada 5 a 10 años.
Es muy poco probable. Solamente en caso de un accidente muy grave.
Definitivamente no.
Sí. La Mamoplastia no interfiere con la lactancia.
Es importante tener en cuenta que algunas mujeres no pueden dar el pecho por motivos propios de las características de sus mamas. Por ejemplo, es común en los pechos pequeños una producción baja de leche, pero este fenómeno no se relaciona con el aumento de mamas.
No. Las mamografías serán igual de fiables. En algunos casos, es posible que sea necesario realizar una proyección más, para cubrir los espacios tapados por las prótesis.
Actualmente, no existe evidencia científica que permita relacionar un incremento de la incidencia de cáncer de mama con el uso de las prótesis. De hecho, después de una resección de mama por cáncer, la reconstrucción de esta se realiza utilizando prótesis mamarias. El riesgo de padecerlo es estadísticamente igual al de una persona sin prótesis.
Como en cualquier intervención quirúrgica, existen riesgos como las hemorragias, infecciones, complicaciones con la anestesia, o una alteración del aspecto o la sensibilidad de la piel en la zona de la incisión.
En particular, después de una Mamoplastia, el principal riesgo específico es la contractura capsular, que es el endurecimiento del tejido que rodea a la prótesis. Este fenómeno le ocurre al 3% de las pacientes.
Normalmente este tejido es delgado y blando al tacto. Pero existe un porcentaje pequeño de mujeres que sufren de diferentes grados de retracción de este tejido, en uno o ambos pechos.
Si la contractura es leve, se puede solucionar con sesiones de ultrasonido combinadas con masajes. Si la contractura es más avanzada, y deforma a la mama, la solución consiste en realizar una nueva intervención para resecar la cápsula lo necesario para volver a distender la prótesis.
Lamentablemente no existe una manera de prever la aparición de este fenómeno, pero si pasados seis meses de la cirugía, no se presenta ningún signo de endurecimiento, no es probable que se produzca.
El alta definitiva se otorga después de un año. Durante este tiempo realizamos controles periódicos para controlar la evolución y los resultados.
Existe tres planos posibles donde puede colocárselas prótesis: debajo del músculo pectoral (submuscular), entre la glándula mamaria y el músculo pectoral (subglandular) y debajo de la fascia del músculo pectoral (subfascial) y los tres están permitidos, sin embargo hay múltiples estudios que demuestran que la posición de la prótesis detrás del músculo pectoral minimiza el riesgo de complicaciones futuras como la contractura capsular, por lo tanto es la que recomendamos.
En España solo se pueden comercializar e implantar prótesis con Marcado CE que cumplan con los requisitos recogidos en la legislación de productos sanitarios.
Las prótesis de mama autorizadas más utilizadas son las rellenas de gel de silicona y las rellenas de suero salino.