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Las estrías son lesiones de las fibras elásticas de la piel que pueden presentarse en diferentes tonalidades. Se pueden dar de color rojizo, si son recientes, o blanco, si son más maduras. Se producen cuando tu piel está sometida a una elevada tensión en sus capas medias e internas que provocan la ruptura de las fibras de colágeno y elastina dificultando su cicatrización.
Las zonas frecuentes en las que aparecen son en abdomen, muslos y cadera.
Mediante el uso del láser pueden tratarse las estrías devolviendo un aspecto armónico y juvenil a la piel.
La luz del láser penetra en la piel, calentando las capas más profundas para generar el aumento de producción de colágeno y, de esta forma, reducir el tejido atrófico de las estrías, por ello entre los beneficios encontramos:
Las estrías son un problema que afecta tanto a hombres como mujeres. A día de hoy, casi el 90% de las mujeres tiene estrías ya que son más vulnerables a cambios hormonales y de peso. Estas marcas pueden causar problemas emocionales y psicológicos en quienes las sufren.
Estas pueden aparecer desde edades tempranas hasta en el embarazo. La eliminación de estrías se ha convertido en una prioridad en muchas mujeres, especialmente después del parto.
Evita el sol, maquillaje y baños en la piscina o actividades que te expongan a sufrir una infección mientras se produce la regeneración de la piel. Para mayor protección se aplica una crema antiséptica.
Es normal un cierto enrojecimiento e hinchazón durante unos días. Y la aparición de unas pequeñas costras que se caen solas en unas dos semanas. La clave de los cuidados posteriores de este tratamiento es, precisamente, no arrancarse esas costras, permitir que se desprendan de forma natural. Tampoco hay que taparlas y se debe evitar el uso de productos que contengan alcohol en su composición.