Dependerá de cada caso particular, pero se pueden mejorar todos los aspectos, ya sea la punta, el dorso o el tabique. Pero el objetivo será mejorar la armonía del conjunto del rostro.
Hospitalización
Recuperación
Tiempo
Anestesia
Resultados
Financiación
La Rinoplastia o Cirugía de la Nariz es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes. Su objetivo es conseguir una nariz armónica y proporcional a su rostro, modificando su forma y tamaño.
Corrige condiciones congénitas, traumatismos o problemas en la respiración, ofreciendo resultados naturales.
Además de embellecer el rostro, la cirugía de nariz también ayuda a rejuvenecerlo, ya que la nariz sigue creciendo a lo largo de toda nuestra vida.
La Rinoplastia puede cambiar la configuración del puente o de la punta, o bien el ángulo entre la nariz y el labio superior, y la giba ósea. También puede estrechar los orificios nasales, disminuir o aumentar el tamaño de la nariz, corregir defectos congénitos o adquiridos (accidentes), mejorar el paso del aire y favorecer la respiración.
Esta nueva imagen, aumenta el nivel de seguridad y autoestima de los pacientes.
Las técnicas cerradas de Rinoplastia se realizan mediante una leve incisión a través de los orificios nasales (narinas). No dejan cicatriz visible y podemos corregir el dorso de la nariz, eliminando parte del hueso, corregir la forma y tamaño de la punta (cartílagos alares).
Aquellos pacientes ya operados o con traumatismos, requieren técnicas abiertas de Rinoplastia. En estos casos, se separan los orificios nasales mediante una incisión en la columela (piel que separa los dos orificios).
Si tiene dificultad respiratoria, el otorrinolaringólogo indicará cual es el tratamiento adecuado.
El examen médico previo es imprescindible para detectar cualquier posible anomalía que pudiera contraindicar la operación.
La piel de la nariz y de su entorno debe estar libre de inflamaciones o infecciones y, como es lógico, deberá cuidarse de cualquier proceso gripal o catarral que provoque síntomas de congestión nasal.
En la primera visita tu cirujano plástico examinará la forma y estado de tu nariz y del tabique nasal, y su proporcionalidad con respecto al rostro y el paso del aire.
En determinados casos se puede solicitarse un TAC nasal.
El doctor te aconsejará y explicará cuál es la técnica de Rinoplastia más adecuada para ti, así como las expectativas y resultados que puedes esperar después de la operación.
La rinoplastia, se practica tanto con anestesia local como general y suele durar entre una y dos horas, aunque en algunos casos complejos podrá alargarse algo más.
En estos casos complejos se puede requerir la hospitalización durante una noche.
La recuperación después de una Cirugía de Rinoplastia es muy rápida. Tras la intervención, se coloca una férula sobre la nariz para inmovilizar el hueso y mantener la nueva forma hasta que se consolide.
Después del tratamiento, se le aplicarán unos tapones nasales que son retirados entre 24 o 48 horas después, con el fin de evitar el sangrado y estabilizar el tabique.
El postoperatorio de una rinoplastia no es en absoluto doloroso y por lo general no se emplean analgésicos. En algunos casos, podrá tener durante las primeras 24 horas una leve sensación de dolor de cabeza y una molestia en la nariz. Podrá tomar los analgésicos habituales.
La zona de alrededor de los ojos puede hincharse los primeros días. En algunos casos podrán aparecer hematomas, que tardarán pocos días en desaparecer.
Los resultados de una Rinoplastia son visibles desde justo después de la cirugía. Las cicatrices son imperceptibles.
A la semana, se quitará la férula y se colocará un vendaje durante una semana más.
Los resultados definitivos se podrán apreciar pasado un año.
Si bien podrá reincorporarse a su vida habitual a los 2 a 3 días, se sugiere esperar 1 semana. Deberá tener cuidado para no darse ningún golpe involuntario sobre la zona. La actividad física deportiva podrá retomarse a las 4 semanas, con máxima precaución.
Dependerá de cada caso particular, pero se pueden mejorar todos los aspectos, ya sea la punta, el dorso o el tabique. Pero el objetivo será mejorar la armonía del conjunto del rostro.
La Rinoplastia limita su práctica a adolescentes, porque no han finalizado aún su etapa de crecimiento. Es importante llevar a cabo la rinoplastia cuando el rostro se haya desarrollado por completo, es decir, como mínimo a los 18 años.
Sí. En estos casos debemos utilizar tejidos externos como el cartílago de las orejas, las costillas flotantes o los huesos del cráneo para hacer la reconstrucción.
Corrige tu mentón, mejora tu perfil
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Recupera la tonicidad de tu rostro